


Querido amigo,
Hoy el cielo brilla un poco más, pues has partido hacia un lugar donde los ladridos son eternos y las caricias nunca cesan. Han sido 16 años de compañía incondicional, de amor puro y lealtad sin límites.
Aunque nuestras lágrimas inunden nuestros corazones rotos, queremos que sepas cuánto te agradecemos por cada momento compartido. Por cada paseo bajo el sol, por cada tarde de siesta a tu lado y por cada lamida de consuelo en nuestros días más difíciles.
Tu ausencia deja un vacío inmenso en nuestro hogar y en nuestros corazones, pero tu recuerdo perdurará para siempre. Nos enseñaste el verdadero significado del amor incondicional y la alegría desinteresada.
Hasta que nos volvamos a encontrar en el puente del arcoíris, descansa en paz, querido amigo. Siempre estarás con nosotros, en cada latido de nuestro corazón.
Con todo nuestro amor y gratitud, tu familia.








