


Hoy nos toca decirte adiós, pero queremos que sepas cuánto significaste para nosotros. Desde el primer momento que llegaste a nuestra vida, nos llenaste de alegría y amor con tu ternura y tu energía inagotable. Has sido más que un perrito; has sido un miembro querido de nuestra familia, un compañero fiel que siempre estuvo allí con una sonrisa en el rostro y una cola que nunca dejaba de moverse.
Te recordaremos siempre jugando en el jardín, corriendo tras la pelota, y esos momentos en los que simplemente nos hacías sentir mejor con tu presencia. Tu lealtad y cariño han dejado una huella imborrable en nuestros corazones.
Aunque hoy nos duele decirte adiós, queremos agradecerte por todos los momentos felices que compartimos. Tu amor incondicional y tu espíritu alegre nunca serán olvidados. Esperamos que hayas sentido todo el amor que te hemos dado y que ahora puedas descansar en paz.
Siempre estarás en nuestros recuerdos y en nuestras historias, querido Lucas. Te amamos mucho y siempre te llevaremos con nosotros.
Con todo nuestro cariño, Tu familia







