Hoy decimos adiós, pero sabemos que siempre vivirás en nuestros corazones. Fuiste mucho más que una perrita, fuiste parte de nuestra familia, nuestra compañera fiel y nuestra amiga. Con tu ternura y tu alegría, nos llenaste de amor incondicional, y cada momento contigo será un recuerdo invaluable.

Nos duele verte partir, pero sabemos que ahora estás en paz. Siempre te recordaremos con una sonrisa, porque nos diste más amor del que podíamos imaginar.

Te queremos mucho, Princesa. Siempre serás nuestra reina, en el cielo y en nuestros corazones.

Con amor eterno,
Tu familia.