Hoy, mientras el sol brilla sobre nosotros, nuestros corazones están llenos de recuerdos tuyos,  Aunque ya no estés físicamente a nuestro lado, tu luz sigue brillando en cada rincón de nuestro hogar y en cada latido de nuestros corazones.

Recordamos los días de juegos interminables, las largas caminatas bajo el cielo azul y las noches acogedoras en las que te acurrucabas a nuestro lado. Tu lealtad inquebrantable y tu amor incondicional nos han dejado una huella imborrable en el alma.

A lo largo de tus 12 años, fuiste mucho más que una mascota; fuiste nuestra amiga, confidente y compañera de vida. Tu partida deja un vacío que solo puede ser llenado por los dulces recuerdos que compartimos juntos.

Aunque tu presencia física ya no esté entre nosotros, tu espíritu vivirá para siempre en nuestros corazones. Nos reconforta saber que ahora estás en un lugar donde no hay dolor ni sufrimiento, corriendo libremente bajo el cielo infinito.

Te amamos, querida Muñeca, y siempre te amaremos. Gracias por los años de amor incondicional y felicidad que nos regalaste. Hasta que nos volvamos a encontrar en algún lugar más allá del arco iris, descansa en paz.

Con todo nuestro amor,

Tu familia.