


Hoy nos toca decirte adiós, y el corazón se nos llena de tristeza al pensar en la ausencia que dejarás en nuestras vidas. Tu ternura, tu lealtad y tu amor incondicional nos han brindado momentos de alegría y consuelo, y siempre estarás en nuestros recuerdos con una sonrisa.
Desde el primer día que llegaste a nuestra familia, nos enseñaste lo que significa la verdadera amistad. Cada lamida, cada mirada cariñosa, cada travesura, dejaron una huella profunda en nuestros corazones. Has sido una compañera maravillosa, siempre a nuestro lado, y tu espíritu amoroso ha llenado nuestro hogar de calidez.
Aunque nos duele verte partir, nos consuela saber que has tenido una vida llena de amor y cuidado. Ahora descansas en paz, y en nuestras memorias vivirás para siempre. Te extrañaremos profundamente, pero agradecemos cada momento que compartimos contigo.
Gracias por ser una parte tan especial de nuestras vidas. Siempre serás nuestra Dulce, y tu recuerdo permanecerá con nosotros eternamente.
Con todo nuestro amor.
Tu familia.










